Llevemos este espectáculo de gira.

Entonces, es verano, estás en la oficina y el aire acondicionado está apagado. O estás en el gimnasio haciendo ejercicio duro. Incluso podrías estar en clase sudando mucho debido a un examen estresante que estás realizando. El sudor corre por tu frente y entonces sucede lo impensable. Lo has adivinado, tu sistema capilar comienza a levantarse. El adhesivo se ha licuado y ha comenzado a deslizarse por tu frente. La única vez que decide esperar un día más para quitarlo/reinstalarlo o retocarle la línea del cabello. ¿Qué haces ahora?

Afortunadamente puedes prepararte para esta situación. Consíguete una pequeña bolsa de viaje. En él, coloque una botella rociadora de tamaño de viaje llena de alcohol, una pequeña botella rociadora de removedor de adhesivo cítrico (como C-22), algunas bolas de algodón, una toallita, un peine y/o cepillo, algunas cintas adhesivas (las cintas son rápidas). En caso de que no tengas tiempo para aplicar adhesivo y esperar a que se seque) y tal vez un espejo pequeño. Algunas tiendas de un dólar ofrecen un gran espejo redondo con espejos estándar y de aumento. Pueden caber en su mano o usar el soporte adjunto. Esto actuará como su kit de emergencia. Guárdalo en el cajón de tu escritorio, bolso de gimnasia o mochila y estarás listo en caso de que ocurra un percance. Este kit también funciona bien para viajar.

Una semana fuera de casa y los suministros para tu sistema capilar podrían resultar muy desgarradores. Puedes incluir adhesivo líquido y un aplicador a elección si viajas por carretera. Si vuela, asegúrese de confirmar las pautas de onzas de líquido permitidas que puede llevar en el avión. No querrás que una costosa botella de adhesivo vaya a la basura porque el límite de onzas es de 2 onzas y tu adhesivo es de 2,5 onzas. Puede que esto no sea un problema con el equipaje facturado, pero para estar seguro, igual debes investigar la situación.

Manténgase preparado, esté preparado. ¡Felices viajes!